No voy a mentir y decir que ya no quiero saber nada más de vos, pero tampoco diré que aún lo eres todo para mí. Se terminó esto de quererte.
Porque es verdad que te quise infinitamente y que sobre todas las cosas luché por vos… por nosotros, pero al final de todo ya no pude seguir, me cansé de tu indiferencia. Ya no podía seguir haciéndome daño, construyendo sueños imaginarios.
Así es que ahora si me preguntan diré que ya no quiero escuchar nunca más tu nombre, que tu ausencia es mi alegría, que tus besos me saben a olvido, que tu aroma es un fastidio y que mi felicidad es lo que ahora pido.
Hay que darle vuelta a la página…
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