- Hola, ¿qué tal?
- Tú sonrisa y perdí por goleada.



Siempre que me recuerdo a mi misma cuando estaba con vos, solo recuerdo lo estúpida que era, todas esas cosas tan tontas y vergonzosas que hice y muchas cosas que debí decirte y que no dije.. Pero, sobretodo, me recuerdo feliz.

¿Qué tan lejos estamos de estar cerca?



No sé cuándo me hice a la idea de amarte tanto. No sé como fue que de una nada pasaste a ser todo. Pasaste a ser mi mundo. Eres una maldita adicción. Como un cigarrillo a un fumador, como la droga a un drogadicto, como el alcohol para un alcohólico, bueno algo así es lo que sos para mí. Le das sentido a mí vida, le das sentido a todo y aunque aún así me encuentre perdida con vos me encuentro bien en el laberinto del que aun intento salir. Lográs que cuando estoy con vos cualquier problema que tenga desaparezca, todo parece perfecto, todo está bien. Sos eso que me hace sentir bien. Sos todo lo bueno, lo positivo en mi vida. Bien dicho está el “Sos mi alegría, mi vida, mi todo”. Sos todo lo que quiero y amo. Sos lo que necesito, tengo necesidad de vos, por eso por favor, no te vayas. No quiero volver a perderme.

"Sentirme tan simple, tan asquerosamente simple, idiota, sin gracia, inútil, inservible, pero con unas ganas infinitas de amar y recibir amor."